Nuestro país tiene como extinciones consumadas la del zorro lobo malvinense, cuyo último ejemplar habría sido casado en 1876, y la del guacamayo violáceo, enorme papagayo que hasta mediados del siglo pasado habitó el nordeste argentino. El caso es que hoy, sin un plan serio de relevamiento y protección, una vasta fauna autóctona podría correr la misma suerte a mediano plazo.
Por ejemplo, el yaguareté al norte y el macá tobiano al sur: un tigre mal visto por los ganaderos y, un ave acuática acosada por gaviotas atraídas por la basura humana. Y al huemul, uno de nuestros ocho ciervos autóctonos, no le va mucho mejor.
Varias son las causas por las cuales estas especies se encuentran amenazadas de extinción, entre ellas están: Caza furtiva, persecución por daños a cultivos, persecución por ataques al ganado, sobrepesca, tala furtiva, colecta de huevos para consumo, represas, deforestación, modificación de su hábitat, retroceso natural, enfermedades, colecta de plantas medicinales, colecta de plantas ornamentales, tráfico de mascotas, tráfico de pieles, tráfico de cueros, especies introducidas, capturas accidentales, contaminación, turismo, etc.
Especies animales declaradas monumento natural nacional en Argentina
Taruca o venado andino: Ciervo corpulento de los pastizales montanos del Noroeste argentino. Muchas de sus poblaciones están en lo alto de sierras aisladas. Declarada Monumento Natural en 1996.
Ballena Franca Austral: Uno de los cetáceos más cazados en la historia, en la actualidad en lenta recuperación. Anualmente gran cantidad de ejemplares se concentran frente a las costas patagónicas, para tener sus crías y aparearse. Declarada Monumento Natural en 1984.
Yaguareté: El mayor predador terrestre de América está cada vez más restringido en su distribución, por lo cual se protege ahora en toda la República. Declarado Monumento Natural en 2001.
De este modo, se protegería a animales en peligro de extincion amenazados del país, como los monos, el gato andino, el oso de anteojos, el jaguar, el venado de las pampas, el zorro vinagre, el águila arpía y, entre otros, el águila coronada.
Millones de especies están amenazadas en el mundo, inclusive al humano, con la única diferencia de que la nuestra, es la única que daña al ambiente y lamentablemente se estima que para el año 2100 la cantidad de especies extintas podría alcanzar altas cotas, incluso la mitad de todas las especies que existen actualmente.
¿Qué podemos hacer nosotros, desde nuestro lugar, para protegerlos? solo tenemos un camino: comenzar a cambiar nuestros hábitos, cuidando los recursos, reciclando y comenzando a tener conciencia ambiental. Para ello, debemos investigar, informarnos e informar, acerca de esta problemática, fomentar el compromiso y la participación activa de todos nosotros en organismos gubernamentales o no, fomentar campañas en las escuelas, para que se modifiquen los programas de estudio y así nuestros niños comiencen desde ya involucrándose en el tema, debemos por todos los medios, intentar que no solo se promueva la protección, sino también la prevención, para que no sea necesario tener que hablar de las especies que perdimos.
Es importante no pasar por altos estos temas, de los que se habla mucho, pero se hace poco.
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