18.5.14

NOS PREPARAMOS PARA EL 25 DE MAYO.....

¿ Alguna vez te preguntaste cómo vestían los hombres y las mujeres de 1810?
 La moda, nunca está ajena a los cambios sociales, políticos e históricos. Son el fiel reflejo de su tiempo.
En la ciudad de Buenos Aires, durante la revolución de mayo las familias más adineradas e influyentes, imitaron las costumbres y la moda europea, adaptándolas a la idiosincrasia local. La ropa uno de los modos de mostrar el status social, al que pertenecían.

Las mujeres de clases mas influyentes intentan imitar la moda de España y Francia que tras la Revolución Francesa y la ruptura con el antiguo régimen es menos ostentosa. Atrás habían quedado en Europa las prominentes pelucas de hombre y mujeres renacentistas. Los hombres abandonaron los pantalones cortos y ajustados, en tanto que las damas olvidaron los enormes vestidos que se ensanchaban en los pies.

Así es que comenzaron a recoger sus cabellos, adornándolos con alguna joya, cintas o con peinetas de carey o metal para sostener los rulos o bucles. Estas peinetas fueron haciéndose más grandes hasta configurarse el peinetón. Sobre estos elevados peinados, se colocaban cofias o mantillas.

Sus vestidos eran vaporosos, de amplias faldas, que aumentaban su volumen con el uso del miriñaque, una enagua sostenida por arcos metálicos, que se colocaban debajo de la falda, y de talle alto. Las mujeres de la burguesía usaban corsé, para estrechar su cintura.

El principal juego de seducción de la mujer consistía en usar una manta o esclavina que la recubría y protegía del frío.

Los colores eran claros, el corte típico del vestido es el llamado “corte princesa”, ceñido bajo el busto similar al de las romanas. El largo llegaba al talón y las telas con las que se vestían las mujeres eran muselinas finas y transparentes. También en invierno, debajo de los vestidos lánguidos usaban solo una enagua del mismo material.

La indumentaria urbana del hombre consistía en una chaqueta entallada y pantalón ceñido al cuerpo, debajo utilizaban una camisa; aun mas ceñida que el saco, de color blanca. A ningún hombre de clase podía faltarle la galera y el bastón que coronaban el atuendo. La variante de gala y muy similar, era el frac de origen francés. Las medias se reemplazaron por botas. A veces los hombres usaban colores que mostraban su filiación política.


En el campo, la indumentaria era más sencilla, tanto el estanciero como sus peones usaban camisas, sobre las cuales colocaban un poncho para resguardarse del frío.

Sus pantalones eran anchos, llamados calzones, y usaban botas de potro a las que despuntaban ya que habían heredado de los indios Pampas su manera de estribar, afirmando los dos primeros dedos de cada pie sobre un nudo hecho en cada extremo de un tiento retorcido que cruzaba el lomo del caballo.

AGOSTINA DE INICIAL Y DYLAN DE 1° GRADO
RECREARON LAS VESTIMENTAS DE AQUELLA ÉPOCA...



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